Algoncas | 12:21
La fe en Dios mueve montañas - David Yonggi Cho
"Me ayudó grandemente para pedir orientación en el Señor por mi entonces futuro esposo, luego de 2 años de orar con fe en Dios encontré a mi amado esposo con quien llevamos una linda relación y le servimos a Dios tal como se lo pedí." - Cecilia Lopez (Testimonio)
[...]El problema más grande del hombre contemporáneo no es la falta de recursos, sino la falta de esperanza. Definitivamente, el hombre moderno carece de esperanza. En todos los rincones de la Tierra notamos que abunda la guerra, el terror, la calamidad, la pobreza, la maldición y el sufrimiento.
Los estudiosos se preguntan: "¿Acaso habrá alguna esperanza para esta generación?" Creo que esta pregunta nos involucra también a nosotros. No solo en el ámbito personal, sino también en el ámbito colectivo, el resultado del querer sobrevivir depositando tu esperanza en lo mundano y temporario, es sin lugar a dudas, la desesperanza.
Entonces, ¿cual es la actitud que nosotros, los cristianos, debemos tomar ante esta situación? Creo que la mejor ilustración es la actitud de un bebé que descansa en los brazos de una madre.
En otras palabras, debemos depositar toda nuestra confianza y fe en Dios, nuestro Padre celestial. Por más grande que sea la turbulencia de este mundo, nunca debemos perder nuestra fe en Dios. La fe, en sí, es un potencial donde fluye la esperanza y el poder transformador divinos.
¿Recuerdas al hombre que se había acercado a Jesús pidiendo ayuda por su hijo que se encontraba endemoniado? Cuando el hombre exclamó: "Señor, si puedes hacer alqo, ayúdame", el Señor le dijo: "Si puedes creer, al que cree todo le es posible" (Marcos 9:23). Su vida, al igual que la vida de su hijo, fue transformada totalmente al recibir esta palabra, y al cambiar su forma de pensar y hablar.
Los creyentes deben mostrar una actitud activa y f.irme, motivada por la. fe. De esta manera podremos conquistar y señorear no solo nuestro destino, sino también nuestras circunstancias. Mi oración es que a través de este libro La fe en Dios mueve montañas, tu vida sea cambiada¡ y que goces de buena victoria cada día¡ y glorifiques de esta manera a nuestro Padre celestial. [...] pag. 5 Introducción de David Yonggi Cho, al libro.
Los estudiosos se preguntan: "¿Acaso habrá alguna esperanza para esta generación?" Creo que esta pregunta nos involucra también a nosotros. No solo en el ámbito personal, sino también en el ámbito colectivo, el resultado del querer sobrevivir depositando tu esperanza en lo mundano y temporario, es sin lugar a dudas, la desesperanza.
Entonces, ¿cual es la actitud que nosotros, los cristianos, debemos tomar ante esta situación? Creo que la mejor ilustración es la actitud de un bebé que descansa en los brazos de una madre.
En otras palabras, debemos depositar toda nuestra confianza y fe en Dios, nuestro Padre celestial. Por más grande que sea la turbulencia de este mundo, nunca debemos perder nuestra fe en Dios. La fe, en sí, es un potencial donde fluye la esperanza y el poder transformador divinos.
¿Recuerdas al hombre que se había acercado a Jesús pidiendo ayuda por su hijo que se encontraba endemoniado? Cuando el hombre exclamó: "Señor, si puedes hacer alqo, ayúdame", el Señor le dijo: "Si puedes creer, al que cree todo le es posible" (Marcos 9:23). Su vida, al igual que la vida de su hijo, fue transformada totalmente al recibir esta palabra, y al cambiar su forma de pensar y hablar.
Los creyentes deben mostrar una actitud activa y f.irme, motivada por la. fe. De esta manera podremos conquistar y señorear no solo nuestro destino, sino también nuestras circunstancias. Mi oración es que a través de este libro La fe en Dios mueve montañas, tu vida sea cambiada¡ y que goces de buena victoria cada día¡ y glorifiques de esta manera a nuestro Padre celestial. [...] pag. 5 Introducción de David Yonggi Cho, al libro.
Donde lo puedes conseguir: Libreria Cielo Nuevo
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