Algoncas | 23:08
El peligro de la viralidad de una noticia o un simple Twitteo
Hace unos instantes se publico en el blog el descuido sucedido a Katy Perry y que rápidamente se difumino por las redes sociales, haciendo que la imagen que la joven cantante quiso dar a sus fans terminara para írsele en contra de sus propias convicciones.
Buscando otra noticia sobre la viralidad que pueden tener las redes sociales para bien en el caso de querer imponer una imagen o un producto o para mal en el caso de los descuidos, o fallas en un producto o servicio manufacturado por nuestra empresa encontré esta que explica "Los Peligros de Twitter" y que además nos inmiscuye directamente a los periodistas digitales que por no esperar a confirmar un simple gorjeo transformarmos una equivocación en una terrible tragedia de imprevisibles consecuencias. -Aunque este no fue el caso, por suerte.-
La nota que a continuación transcribo fue publicada por LaVanguardia.es y pertenece Marina Meseguer.:
El mundo de las redes sociales encarna también sus peligros; los rumores, las falsas noticias y los errores corren al ritmo de un simple retweet. Es el caso de lo que ha sucedido esta mañana, cuando durante un par de minutos ha cundido el pánico: un urgente en El Norte de Castilla decía que el periodista Manu Leguineche había muerto. Rápidamente esta noticia ha saltado a las redes sociales de la mano de @1001Medios, que ofrecía una imagen captada desde la pantalla de un ordenador donde se podía ver la página web de El Norte de Castilla con el urgente sobre el fallecimiento del periodista.
No ha hecho falta más, en pocos segundos Pedro J. Ramírez y el periódico ABC ya lo daban por hecho, al igual que centenares de usuarios de Twitter, que se han apresurado a homenajear en 140 caracteres al reputado periodista. Todos? No, @perezromera, aseguraba que la noticia no era cierta y que Leguineche seguía vivito y coleando.
Ante la duda, LaVanguardia.es se ha puesto en contacto con la redacción online del periódico leonés, donde nos han confirmado que se trataba de “un error”. En ese mismo instante algunos usuarios, entre ellos Pedro J., empezaban ya a dudar de la veracidad de la noticia y se apresuraban a rectificar: “El Norte de Castilla ha dado la noticia de la muerte de Leguineche pero acaba de retirarla. Ojala no sea cierto”, matizaba el director de El Mundo. Lo mismo hacía el ABC, que finalmente ha desmentido la información.
Precipitarse, en todos los ámbitos, suele conducir a errores, y tal vez esta anécdota nos pueda servir para reflexionar sobre el ritmo al cual se trabaja en internet. Este no es el primer caso en el que una noticia falsa se expande por la red. En un trabajo que debería regirse siempre por el rigor como es el periodismo, la rapidez de las redes sociales se nos presenta como un nuevo reto a superar. Tendremos que estar con los ojos bien abiertos y no olvidarnos de que es más importante hacer las cosas bien que hacerlas primero.
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